El humor es algo que es
parte de nuestra vida. Para muchos la vida es un chiste y para otros la vida de
los demás es un chiste.
El humor ha existido
desde siempre, ya que siempre ha habido algo que nos haga reír, algo que muy comúnmente
es una desgracia ajena, como cuando nos reímos al ver que alguien se cae.
Este tipo de reacciones
no serían catalogadas per se como humor negro, sin embargo, el humor negro es
algo que también siempre está con nosotros, aunque no a todas las personas les
gusta esto.
El humor negro es el
chiste o la broma que se realiza en relación a alguna desgracia ocurrida. Los
chistes de humor negro más comunes son los “chistes de judíos” en los que se
suele hacer referencia a los lamentables hechos ocurridos durante el
holocausto.
Así como habremos muchas
personas a quienes nos gusta este tipo de humor, hay muchas otras quienes lo
consideran ofensivo, “pasado”, y que suelen responder con groserías a quien lo
hizo.
Todos tenemos derecho a
ofendernos del humor negro, pero la forma de contestarlo no es con una grosería
o, peor aún, con un ataque ilegal (como golpear o mandar golpear). El humor es
humor y con humor se contesta. Si te ofendiste porque alguien hizo un chiste,
contéstale con otro chiste. Por ejemplo, si te ofendiste con los comentarios
hilarantes que hicieron los sujetos del programa “Top Gear” en lugar de mandar
una carta a la embajada con una queja o con ántrax, puedes hacer un video donde
dices chistes sobre los ingleses. Claro, este caso ya tiene mucho tiempo por lo
que no tendrías por que hacerlo, y si aun te sientes ofendido ya deberías haberlo
superado.
El humor negro es un
arte, ya que no puedes hacer chistes demasiado ofensivos o sobre temas que aun están
demasiado sensibles. Humor es humor, si, pero no todas las personas
reaccionaran de una manera “suave” y podrías terminar mal.
Si el humor negro te
molesta, no lo veas. Si el humor negro te molesta y disfrutas haciéndolo pero
no que te lo hagan, deja de hacerlo. Si te gusta hacerlo y soportas que te lo
hagan, entonces es lo tuyo y puedes hacer unos chistes de vez en cuando. Al fin
de cuentas, las desgracias son más fáciles de superar con risas que con
llantos.
Ya que el 11 de
septiembre es una fecha tan cercana, podemos recordar este terrible hecho con
un poco de humor. ¿Cómo?, muy fácil: toma dos juegos “Jenga” (o si eres muy hábil
unas cartas), armas las torres, consigue unos modelos escala de aviones y… ¡a
jugar se ha dicho!