miércoles, 13 de abril de 2011

La Santa Semana

Una época que siempre está marcada en los calendarios son las vacaciones, ya sea con un cuadrito rojo o con alguna marca hecha por el mismo dueño del calendario, las vacaciones son el cumpleaños del trabajo (o la escuela), es decir, el momento más importante (en el caso del trabajo hay 2 cumpleaños: las vacaciones y el día de paga).

Las vacaciones que en estas fechas están más próximas son las de Semana Santa. La Semana Santa es una festividad Católica en la que se conmemora la muerte de Jesús por mano de los judíos (malditos judíos). Normalmente en las escuelas y trabajos se da una semana de vacaciones, pero en ciertos casos se dan 2. Hay que tomar en cuenta que, si no eres católico, en teoría no deberías tomarte estas vacaciones (y si lo eres tampoco deberías no hacer nada, deberías honrar a tu Dios trabajando, no tirando la hueva).

Pero hay una diferencia entre “Semana Santa” y “Santa semana”. La Santa Semana aplica a cualquier semana que es la víspera de unas vacaciones, ya sean las de verano, invierno, Semana Santa, o incluso un puente largo.

Esta Santa Semana siempre es complicada, porque uno ya tiene la ilusión de las vacaciones. Ya se imagina en el destino turístico al que se quiere ir, o simplemente en la cama, o en cualquier lugar menos en el que tienes que estar esa semana. Tu cuerpo estará en la escuela o en el trabajo, pero tu mente ya vuela por aquellos parajes, lo que no es conveniente si tienes que concentrarte esa última semana.

La Santa Semana es como cuando vas al baño y haces un último esfuerzo para que caiga ese último pedacito que se niega a morir ahogado en el escusado. Un último esfuerzo para hacer que tu cerebro regrese a donde debe estar, cumplir, y poder largarse con toda libertad de vacaciones.

No hay muchos consejos que se pueden dar para hacer las cosas bien en la Santa Semana, pero aun así ahí te van.

1.- No divagues: Tu cerebro podrá irse de vacaciones, pero tú aun no, y si no puedes irte, tu cerebro tampoco (recuerda que es necesario después de todo). Así que trata de concentrarte esa última semana, has equipo con tu cerebro.

2.- No seas vale madre: Esta aplica más que nada para estudiantes. Si tienes algún trabajo para esa última semana, o algún profesor sin sentimientos quiere que hagas examen antes de salir bajo la excusa de que “no estudiarás en vacaciones y se te olvidarán las cosas”, es muy probable que lo hagas mal, al “hay se va”. No seas huevón. Si ya tienes un trabajo, nada te cuesta echar la galleta final para que te quede bien.

3.- No dejes las cosas para después de vacaciones: Si bien la excusa que dio tu profesor/a para dejarte ese examen es vaga, es algo bien fundamentado. Si te dejan un trabajo para “regresando de vacaciones” o peor aún, si es un examen el que está en ese lugar, muy probablemente lo harás, o estudiarás un día antes de regresar a clases. ¿Por qué? Porque “aun tienes tiempo”, porque “faltan un buen de días” porque “queda otra semana” porque…” ¡puta madre, ya es mañana!”.

Las vacaciones son la fecha que más le importan al estudiante promedio, y en una menor medida al trabajador promedio. Si ya estás a una semana de tan anhelado deseo, has que esa semana sea de las mejores que has dado, y échale galleta, al fin que en las vacaciones la repondrás.

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