miércoles, 27 de abril de 2011

Día del niño

Día del cachorro, día del infante, día del mocoso/a, o como se le quiera llamar, el 30 de abril es uno de los días más famosos y esperados por los niños.
Yo siempre eh dicho que la juventud se está yendo cada vez más a la mierda, pero quiero dejar claro que eso no quiere decir que los niños no merezcan su día (aunque también debería haber el día del adolecente incomprendido y del adulto).
Los globeros harán su agosto, la tele se plagará de comerciales de juguetes y veremos niños corriendo por los parques, jugando y riendo hasta caer y llorar. Claro que con este calor los heladeros también harán su agosto junto con los que vendan algodón de azúcar y cuanta cosa se pueda ver en un puesto con ruedas en un parque.
Pero estas letras no son para decir quienes ganarán dinero este día del chamaco, sino para hacer una remembranza de lo que pedía en esta época y, de lo que estoy seguro, ustedes también pedían.

Recuerdo que por esta época solía pedir algún juguetito de moda, aunque cabe resaltar que yo no tuve un día del niño como tal (pero la primaria siempre nos festejó, aun cuando el día anterior le habían roto los dedos a un compañero con la puerta por andar jugando). Eran tiempos sencillos, donde nos conformábamos con juegos como el toro, toro congelado, policías y ladrones, etc. Donde una caja de cartón y algo de imaginación nos daban más diversión que cualquier video juego.

¿Todos estos recuerdos tienen algún objetivo? Claro que por supuesto que desde luego que sí.
Ahora mientras veía las noticias, pasaron un reportaje sobre lo que querían algunos niños para este día del niño. Lo que respondieron me dejó anonadado. Una quería ir a Cancún y otro quería ir a Acapulco. Para los que no sepan, Cancún y Acapulco son los destinos playeros más famosos de México y no son baratos.

Si esos niños hubieran pedido un juguete, un globo o inclusive ir a algún parque de diversiones, se me habría hecho normal, pero ¿ir a esos lugares?, solo falta que quieran quedarse en el mejor hotel y en una suite. Los niños de ahora han olvidado la sencillez de antes, cuando un globo o una caja nos hacían felices. Estoy seguro que muchos niños pedirán un nuevo celular, una laptop, una consola de videojuegos o algo por el estilo. Claro que no todos son así, supongo que habrá quien se conforme con algún juguetillo, algún algodón de azúcar o cosas por el estilo.

¿Qué es lo mejor que le podrían dar a sus hijos? ¿lo mejor que los niños podrían tener? Un día entero con los padres. Es día del niño, por lo que es lógico que lo mejor que se pueda hacer para ellos, es estar con ellos todo el día, jugar y en fin, permitir que disfruten libremente su niñez, pues esos días de abril solo los tendrán por un tiempo limitado.

miércoles, 20 de abril de 2011

Vacaciones

Oh, las vacaciones. Aquel momento que tanto tiempo esperamos y que tan importante es para nosotros (recuerden lo que puse la entrada anterior), el momento para tirar la hueva a gusto, para despertarse, recordar que se está de vacaciones, y volver a dormir con esa sensación tan placentera. Las vacaciones, amigos, son un paraíso…si son bien llevadas.

Estos días de asueto son un arma de doble filo, ya que si bien podemos dedicarnos a descansar, si no son bien llevadas te pueden llevar a la monotonía, al aburrimiento, al ocio peligroso (¿con cuanto papel se tapará el escusado?), y al ocio mental (recordar o pensar cosas que normalmente no pensarías). Por eso es importante tratar de organizarse, de “armar algo” para evitar caer en estas cosas, que de por si son muy comunes.

Normalmente en esta época es común que la gente salga de viaje, pero no todos podemos darnos ese gusto y nos tenemos que conformar con lo que aquí tengamos.
Para evitarte la desgracia de caer en estas cosas te daré algunos consejitos de lo que puedes hacer en la época vacacional, sin salir de tu estado/provincia/whatever.

1.- Ve al cine: El más clásico de todos los consejos vacacionales. El cine es un lugar mágico por excelencia, puedes disfrutar de las emociones que te provocan una película, fajar, molestar personas, tratar de alcanzar la luz del proyector para hacer figuritas y que todos las vean, etc. ¿Qué es muy caro? Algo, pero si vas a la matiné y no te compras nada (o lo metes de contrabando) verás que te ahorras unos cuantos pesos.

2.- Ve películas en casa: ¿Hueva de ir al cine?, ¿no tienes con quien ir y no quieres ir solito?, renta una película (o ve alguna de tu colección). Siempre puedes disfrutar una película en la comodidad de tu casa, con la opción de poner pausa para ir al baño o, ¿por qué no?, verla desde/en el baño. Un sinfín de posibilidades.

3.- Sal con tus amigos/familia: La casa es nuestro lugar seguro, pero siempre es agradable salir a dar unas vueltas con los amigos o la familia. No tienes que andar por las plazas, puedes ir a los parques, algún parque de diversiones, pistas de hielo, albercas, ecoturismo, etc.

4.- Ecoturismo: Esto es algo que está de moda. Para la gente como yo, algo que disfrutamos mucho es ponernos las botas de campo y salir a pasear por algún centro ecoturístico. Bosques, selvas, ríos, desiertos, muchos ecosistemas con gran variedad de vegetación y fauna. Si esto no te gusta, normalmente estos lugares cuentan con deportes extremos como caminos para bicicleta de montaña, escalada, rapel, tirolesa, rafting, etc.

5.- Ve a museos: ¿No eres de los que les gustan las cosas extremas? El museo siempre estará abierto para ti (excepto los lunes que cierran para limpiar). Lo bueno de los museos es que aprendes mientras disfrutas una buena obra de arte (a menos que sea arte moderno, porque esos rayones que porque los hizo un elefante cuestan más caro que tú casa no es arte). No es común que la gente vaya, así que eso te dará más espacio y no te “engentarás”.

6.- Lee: Mi último recurso, porque es el que menos se usa. Si estas sentado en tu casa o en algún parque o café, relajado y con buen clima, tu mejor acompañante es un buen libro (ojo que dije BUEN libro). La lectura es algo devaluado, pero que estimula la imaginación, mejora la ortografía y ayuda a que tú acervo de palabras aumente.

Las vacaciones son todo un caso y puedes hacer todo lo que puse arriba e incluso más, pero debes tomar en cuenta una cosita: si algún profesor sin compasión por el espíritu de las vacaciones te dejó un trabajo, hazlo, y lo antes posible, para que puedas disfrutar el resto de las vacaciones en paz.

miércoles, 13 de abril de 2011

La Santa Semana

Una época que siempre está marcada en los calendarios son las vacaciones, ya sea con un cuadrito rojo o con alguna marca hecha por el mismo dueño del calendario, las vacaciones son el cumpleaños del trabajo (o la escuela), es decir, el momento más importante (en el caso del trabajo hay 2 cumpleaños: las vacaciones y el día de paga).

Las vacaciones que en estas fechas están más próximas son las de Semana Santa. La Semana Santa es una festividad Católica en la que se conmemora la muerte de Jesús por mano de los judíos (malditos judíos). Normalmente en las escuelas y trabajos se da una semana de vacaciones, pero en ciertos casos se dan 2. Hay que tomar en cuenta que, si no eres católico, en teoría no deberías tomarte estas vacaciones (y si lo eres tampoco deberías no hacer nada, deberías honrar a tu Dios trabajando, no tirando la hueva).

Pero hay una diferencia entre “Semana Santa” y “Santa semana”. La Santa Semana aplica a cualquier semana que es la víspera de unas vacaciones, ya sean las de verano, invierno, Semana Santa, o incluso un puente largo.

Esta Santa Semana siempre es complicada, porque uno ya tiene la ilusión de las vacaciones. Ya se imagina en el destino turístico al que se quiere ir, o simplemente en la cama, o en cualquier lugar menos en el que tienes que estar esa semana. Tu cuerpo estará en la escuela o en el trabajo, pero tu mente ya vuela por aquellos parajes, lo que no es conveniente si tienes que concentrarte esa última semana.

La Santa Semana es como cuando vas al baño y haces un último esfuerzo para que caiga ese último pedacito que se niega a morir ahogado en el escusado. Un último esfuerzo para hacer que tu cerebro regrese a donde debe estar, cumplir, y poder largarse con toda libertad de vacaciones.

No hay muchos consejos que se pueden dar para hacer las cosas bien en la Santa Semana, pero aun así ahí te van.

1.- No divagues: Tu cerebro podrá irse de vacaciones, pero tú aun no, y si no puedes irte, tu cerebro tampoco (recuerda que es necesario después de todo). Así que trata de concentrarte esa última semana, has equipo con tu cerebro.

2.- No seas vale madre: Esta aplica más que nada para estudiantes. Si tienes algún trabajo para esa última semana, o algún profesor sin sentimientos quiere que hagas examen antes de salir bajo la excusa de que “no estudiarás en vacaciones y se te olvidarán las cosas”, es muy probable que lo hagas mal, al “hay se va”. No seas huevón. Si ya tienes un trabajo, nada te cuesta echar la galleta final para que te quede bien.

3.- No dejes las cosas para después de vacaciones: Si bien la excusa que dio tu profesor/a para dejarte ese examen es vaga, es algo bien fundamentado. Si te dejan un trabajo para “regresando de vacaciones” o peor aún, si es un examen el que está en ese lugar, muy probablemente lo harás, o estudiarás un día antes de regresar a clases. ¿Por qué? Porque “aun tienes tiempo”, porque “faltan un buen de días” porque “queda otra semana” porque…” ¡puta madre, ya es mañana!”.

Las vacaciones son la fecha que más le importan al estudiante promedio, y en una menor medida al trabajador promedio. Si ya estás a una semana de tan anhelado deseo, has que esa semana sea de las mejores que has dado, y échale galleta, al fin que en las vacaciones la repondrás.

sábado, 9 de abril de 2011

Película recomendada: Rio

No soy un experto en cine o en películas. Vamos, ni siquiera es algo común el hecho de que yo vaya al cine (con estos precios…), pero si hay algo que se apreciar son las películas de animación, ya que con ellas marqué mi infancia y es algo que, aun hoy, disfruto mucho.

La película que les voy a recomendar es una que se estrenó ayer (08/Abril/2011) aquí en México (o al menos en Puebla). Si te estás preguntando ¿y qué mágica película es esa?, creo que deberías volver a leer el titulo.

De la mano de los creadores de “La era de hielo” con sus respectivas secuelas, los estudios Blue Sky nos traen “Rio”, una película que si bien no nos maneja una historia novedosa, siento que si lo maneja de una forma bastante bonita y con un ambiente bastante agradable.



AVISO: no contaré mucho de la película para no “spoilear” a nadie.

La historia nos ubica en Minnesota, E.U, donde Linda y su guacamayo azul y mejor amigo Blu son visitados por Julio (Tulio) un ornitólogo de Brasil el cual asegura que Blu es el último de su especie, y que para salvar a la misma deben ir a Rio de Janeiro, donde se encuentra la hembra de dicha especie. Así, Blu conocerá a Perla (la famosa hembra para que salve a su especie) y junto con ella tendrá varias aventuras con las que conocerán a otras aves, y se conocerán entre ellos.

Lo bueno: Su banda sonora es genial (música del Carnaval de Rio de Janeiro), además de que es para toda la familia, ya que maneja el tema principal, y temas que son entendibles si pones atención a ciertos detalles. Por otro lado, Blue Sky mantuvo su estilo, que los caracterizó mucho con “La era de hielo”.

Lo malo: Aunque está contada de buena forma, no es una historia novedosa. Otra cosa es que, las canciones que pusieron, pudieron ponerles un toque extra, o simplemente no ponerlas, ¿Cuántas canciones recuerdan en alguna de “La era de hielo”?. Por último (y solo aplicable para México) el doblaje está demasiado “mexicanizado”, osea, contiene muchos modismos  los cuales llegan a hartar después de un rato.

Sea como sea, esta es una película que sin duda vale la pena verla (en el cine), con la que reirás y pasarás un buen rato.
Una gran recomendación.   

miércoles, 6 de abril de 2011

Horario de verano

Ese pequeño bastardo que nos jode año con año [muérete Benjamin Franklin (ya está muerto) revive y muérete].
Esta cosa, a diferencia de lo que muchos piensan, no fue inventada por el sujeto mencionado arriba y si ahora se están preguntando por que le deseo la vida para después quitársela con un cañonazo es porque él dio la idea de una forma indirecta, al proponer que la gente se levantara más temprano para aprovechar la luz del sol.
¿A quién debemos reclamarle? Ni a Dios ni al gobierno, sino a William Willet. Este sujeto fue al que se le ocurrió la brillante idea de mover los relojes una hora atrás en verano para aprovechar la luz del sol.

El horario de verano a sufrido muchas críticas, las más pensadas diciendo que “la luz que ahorras en la mañana la usas en la noche”, cuando la verdad todos nos quejamos porque simplemente nos da flojera levantarnos más temprano.

Sobrevivir a los primeros días del horario de verano (porque la verdad es que tu organismo se acostumbra a él a más tardar una semana después de implementarlo) llega a ser un arte digno de la selva de asfalto (o lo que sea que le pongan a las calles de tu colonia) por lo que recomiendo ampliamente seguir estos consejos, a fin de pasarla lo menos mal posible.

1.-  No seas fijado: al retrasar una hora el reloj, lo que más pensamos es que nos levantaremos más temprano (en lugar de levantarte a las 6, te levantas a las 5). A más te claves en este detalle más la vas a sufrir, trata de ignorarlo y acoplar tus ritmos al nuevo horario. Mente sobre cuerpo.

2.- No te bases en la luz: muchas personas nos basamos más por la luz que por un reloj (aunque nos pasemos viendo la hora a cada rato). En lo que te acostumbras al nuevo horario, trata de no basarte en lo que sol te diga dado que, la luz de las 6 es la luz de las 7. Si no puedes evitar hacerlo, calcula la hora extra, es decir, “luz de las 6, osea que son las 7”.

3.- Acostumbra a tus mascotas: si tienes mascotas (las arañas del techo de tu cuarto no cuentan) las tendrás acostumbradas a alimentarlas cada cierto tiempo. Si tu, por ejemplo, alimentas a tus perros a las 8, sigue haciéndolo aunque tus perros no tengan hambre (ellos la tendrán hasta las 9), esto es para que se acostumbren al nuevo horario. Tal vez te parezca cruel hacer que tu perro sufra lo mismo que tu, pero con el tiempo verás que es más cómodo.

4.- No lo uses de pretexto: “¿Por qué llegas tarde?- dice el maestro/jefe/whatever” “es que se me olvidó retrasar el reloj” “¿ves esa puerta? Estás cordialmente obligado a salir por ella (ora que si prefieres la ventana no hay problema)”. Creo que este es uno de los pretextos más estúpidos que hay (junto con “se le ponchó la llanta al tren”) y aun así me tocó ver que los aplicaban…en primaria. Si pensaste usar este pretexto barato para justificar tu llegada tarde, te recomiendo pensar (pero en verdad pensar) uno mucho mejor. Tal vez en mis épocas de primaria (por que los niños de hoy usan pretextos nuevos, aunque algunos aun usan este) era un pretexto “aceptable”, pero en estos tiempos modernos, definitivamente no lo es. ¿Qué clase de persona no se da cuenta por, mínimo, un día entero, que hay que mover la hora del reloj?

5.- No quieras dormir tarde: si eres de los que siempre se duermen a las 12 o después, se levantan a las 6 o antes, y crees que por el hecho de que, aunque el reloj dice que ya es la hora, tú “sabes” que aun tienes una hora extra, estás perdido. Lo que hace más bello al tiempo es su perfecta relatividad, y con esto quiero decir que si el mundo se atrasó una hora, tú debes atrasarte con él. No puedes vivir con tu propio horario, aunque te duermas a la 1 (que son tus 12), de todas formas debes levantarte a las 6 para llegar a tiempo a tu destino (si es que entras en la mañana). Lo único que logras haciendo lo anteriormente mencionado, es dormir una hora menos.

6.- Deja de quejarte: tienes todo el derecho de quejarte, puedes hacerlo diciéndoselo a otras personas, llamando a una estación de radio o televisión, amarrándote a un poste, corriendo desnud@ por el zócalo de tu ciudad, lanzando palomitas a los que tienes enfrente en el cine (o en su defecto pateándoles el asiento), escribiéndolo en un blog, etc. Puedes hacer todo lo anteriormente escrito (o lo que sea que se te ocurra), pero no por eso dejes de cumplir con tus obligaciones.

El horario de verano es duro, si, pero no es un pretexto para no trabajar, ni para dejar de echarle galleta a lo que hacemos.

Sea como sea, el tiempo es relativo (si, amo esa palabra) así que no te cuelgues de él. Cumple con tus obligaciones, sal con tus amigos, sigue tu vida. Una hora más, una hora menos, el tiempo y la vida siguen y no veo por qué tú no puedas hacer lo mismo.

domingo, 3 de abril de 2011

Amor y Locura

Esta es una historia que escuché hace tiempo y que me gustó mucho. Desgraciadamente no recuerdo cómo iba exactamente, así que la relataré, cambiando algunas cosas tal vez, pero manteniendo su mensaje y esencia original. Aquí la historia:

Un día encontrábanse  reunidos los sentimientos. Era un lugar precioso, un campo con pasto y flores, de un cielo despejado y una temperatura idónea. La Soledad permanecía sentada alejada de todos, solo la Tristeza se encontraba cerca de ella. La Alegría no paraba de reír, y de su risa contagiaba a los demás sentimientos.
La Locura, cansada de no haber hecho nada por un corto periodo de tiempo, decidió iniciar un juego entre todos. A casi todos les pareció buena la idea, y comenzaron a correr por el amplio campo, persiguiéndose unos a otros y llegando a empujarse. Después de mucho jugar, el Amor, cansado, decidió dejar el juego y ponerse a contemplar un rosal que había, que si bien tenía espinas que podían hacer daño, era su flor favorita. La Locura, tan llena de energía como siempre, quiso alentar al Amor a continuar jugando, pero este le rechazó gentilmente. La Locura siguió insistiendo hasta que, en medio de toda la agitación producida por el juego, empujó al Amor, el cual cayó de bruces sobre las rosas y sus espinas, profiriendo un grito de dolor.
Inmediatamente todos los sentimientos pararon sus juegos, y hasta la Alegría dejó de reír. El Amor se levantó ayudado por la Locura y todos pudieron ver que las espinas habían dañado sus ojos, dejándolo completamente ciego. El Amor comenzó a llorar, maldiciendo a la Locura y culpándola por lo que le había pasado, los demás sentimientos culparon también a la Locura.
La Locura estuvo callada, hasta que finalmente se disculpó con el Amor, y le prometió que sería su lazarillo siempre, ayudándole en todo, y acompañándole siempre. Todos los sentimientos estuvieron de acuerdo, incluyendo al Amor.
Desde ese día, y hasta ahora…El Amor es ciego, y la Locura lo acompaña.