miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Y dónde te agarró el temblor?


El 19 de Septiembre es una de las fechas más recordadas en este país debido a uno de los temblores más fuertes que han existido en el mundo: el famoso temblor del ’85. Este terremoto tuvo una intensidad de 8.1 grados Richter y afectó principalmente a la Ciudad de México, también conocido como DF (o chilangolandia).
Por ley cada 19 de Septiembre se debe hacer un simulacro en edificios de gobierno y en si en cualquier edificio grande. Suelen hacerse simulacros en las escuelas para que los niños sepan que deben hacer para evitar una catástrofe.
Es debido a estos simulacros programados que, en base a mi experiencia, presento esta lista sobre lo que en verdad pasa en un simulacro:

1.- Niños jugando: se supone que es un simulacro y que se está emulando una situación en la que el piso se mueve y tienes que “no correr, no gritar y no empujar” por tu vida. Claro que, como todos sabemos que es un simulacro y que en verdad no pasa nada los niños siempre saldrán de los salones y bajaran jugando las escaleras, además de ir platicando. A la hora de entrar en la famosa “zona de seguridad” (circulo gigante en el piso) se empujaran todos para poder entrar. Una especie de mini receso.

2.- ¿No corro?: En un simulacro, aunque se sabe que no pasa nada, siempre se tiene esa reacción de manada que te obliga a correr, y aunque según tú vayas de manera tranquila y ordenada, la verdad es que irás caminando rápido y metiendo codazos a diestra y siniestra, lo que me lleva al punto 3.

3.- ¿No empujo?: Intenta acomodar un montón de chamacos en unas escaleras de primaria, secundaria o prepa, ¿difícil?, claro, y ahora intenta hacer que caminen de forma ordenada y sin empujarse. Ahora intenta imaginar que eso pasara en una situación de verdad, en donde saben que pueden terminar como sándwich de mermelada, donde el piso y el techo son el pan y ellos la mermelada. Es lógico que van a correr y, sobre todo, van a empujarse, como si fueran espermatozoides que intentan llegar al óvulo. Se pisarán, se darán codazos y correrán.

4.- ¿No grito?: Convenientemente, aunque me ha tocado que vayan platicando, aun no me toca escuchar gritos en un simulacro. Aun así me imagino que si debe pasar.

5.- ¿No uso un extintor para golpear gente y abrirme paso a la libertad?: De acuerdo, admito que esto tampoco me ha pasado y que tal vez tomé la idea de un capitulo de Los Simpson, pero sería interesante que sucediera.

6.- ¿No utilizo a una persona en silla de ruedas para abrirme paso?: Muy bien, esto tampoco me ha pasado…sin embargo puedes hacer un trato con dicha persona para que, si tiene algún objeto que pueda usar como lanza, abrirse paso y lograr la libertad juntos.

Finalmente queda decir que, si bien todo esto mencionado arriba parece gracioso (porque de hecho lo es) son cosas que no deberían suceder.
Los simulacros, aunque un poco mal planteados puesto que un terremoto real no te va a avisar que va a suceder, son diseñados para que en una situación de desastre no sucedan desgracias y se salven la mayor cantidad de vidas posibles.

Si te toca un simulacro o un temblor de verdad recuerda seguir las instrucciones dadas por protección civil y ayuda a las personas que lo necesiten (y no usarlas como en el punto 6). Ahora que si te toca un simulacro chafa o simplemente no te importa, ya sabes que hacer (te recomiendo el extintor), pero eso si, después no me andes culpando por tus estupideces, nadie te obliga a hacerlo (ni yo ni Madame Sasú).    

No hay comentarios:

Publicar un comentario