Todos hemos dicho esa
frase alguna vez.
Si hay algo que no
soportamos de la escuela son las tareas. ¿Qué son para nuestro bien? Lo sé,
pero eso no hará que las quiera. Cierto es que hay veces (sobre todo en la
universidad) en que las tareas nos sirven al menos para entretenernos un rato,
pero cuando llegamos a nuestra casa o queremos estar tirados un rato, viendo
videos, viendo viñetas o leyendo blogs, recordaremos que tenemos que hacer una
tarea, pequeña o grande, pero tarea.
Cuando llega ese
horripilante momento en el que recuerdas que tienes tarea y que debes
interrumpir tus importantes actividades para hacerla, es cuando dices el título
de esta entrada (y ahorita que lo pienso, voy a registrar esa frase para
conseguir dinero y salir de la crisis) pero, ¿Qué crees? Debes hacerla.
¿Consejos? Podría dártelos,
pero sería irresponsable de mi parte considerando que debería estar haciendo mi
tarea en lugar de estar escribiendo esta entrada…me vale, daré los consejos de
todos modos.
Tomen lápiz y papel (o
ctrl +c y ctrl + v):
1.- Cierren sus
distracciones: en este momento no solo tienes abierto este maravilloso blog
(hay ajá) sino que también tienes abiertas varias otras pestañas. Cierra todo
eso, minimiza el blog y has la tarea sin distracciones.
2.- Dense una
recompensa: puede ser un chocolate, un video, o lo que se les antoje darse. Tal
vez suene tonto pero por Zeus que funciona. A mejor la recompensa, más rápido harán
la tarea.
3.- Creen una sofisticada
trampa estilo SAW que los obligue a hacer la tarea: que comience el juego.
4.- Haz una tarea, ve
una distracción: esto hará que el trabajo dure más, pero al menos estarán
relajados después de cada mini distracción. Solo intenten no clavarse con esa distracción
y olvidar la tarea.
5.- Hazla cuando tengas
ganas: no recomiendo mucho esta opción, pero sí de plano no tienes ganas de hacerla,
no la hagas en ese momento y déjala para otro en el que te sea más cómodo
hacerla.
¿Satisfecho/a? ¿No?: jódete.
La tarea no es algo que
nos súper agrade hacer, pero tenemos que hacerla. Admitan que hay veces en las
que, al hacer la tarea, notamos que hay cosas que no entendemos, dudas que nos
salvan a veces en los exámenes (sin contar con que muchas veces salimos mal en
la nota final por no haber cumplido con las tareas).
Así que dejen de
quejarse y cumplan con su tarea, o sus profesores tirarán los libros de “castigos
en escuelas públicas” y usarán el de “castigos en escuelas católicas”.