miércoles, 28 de septiembre de 2011

¡¡Maldita tarea!!


Todos hemos dicho esa frase alguna vez.
Si hay algo que no soportamos de la escuela son las tareas. ¿Qué son para nuestro bien? Lo sé, pero eso no hará que las quiera. Cierto es que hay veces (sobre todo en la universidad) en que las tareas nos sirven al menos para entretenernos un rato, pero cuando llegamos a nuestra casa o queremos estar tirados un rato, viendo videos, viendo viñetas o leyendo blogs, recordaremos que tenemos que hacer una tarea, pequeña o grande, pero tarea.

Cuando llega ese horripilante momento en el que recuerdas que tienes tarea y que debes interrumpir tus importantes actividades para hacerla, es cuando dices el título de esta entrada (y ahorita que lo pienso, voy a registrar esa frase para conseguir dinero y salir de la crisis) pero, ¿Qué crees? Debes hacerla.

¿Consejos? Podría dártelos, pero sería irresponsable de mi parte considerando que debería estar haciendo mi tarea en lugar de estar escribiendo esta entrada…me vale, daré los consejos de todos modos.
Tomen lápiz y papel (o ctrl +c y ctrl + v):

1.- Cierren sus distracciones: en este momento no solo tienes abierto este maravilloso blog (hay ajá) sino que también tienes abiertas varias otras pestañas. Cierra todo eso, minimiza el blog y has la tarea sin distracciones.

2.- Dense una recompensa: puede ser un chocolate, un video, o lo que se les antoje darse. Tal vez suene tonto pero por Zeus que funciona. A mejor la recompensa, más rápido harán la tarea.

3.- Creen una sofisticada trampa estilo SAW que los obligue a hacer la tarea: que comience el juego.

4.- Haz una tarea, ve una distracción: esto hará que el trabajo dure más, pero al menos estarán relajados después de cada mini distracción. Solo intenten no clavarse con esa distracción y olvidar la tarea.

5.- Hazla cuando tengas ganas: no recomiendo mucho esta opción, pero sí de plano no tienes ganas de hacerla, no la hagas en ese momento y déjala para otro en el que te sea más cómodo hacerla.

¿Satisfecho/a? ¿No?: jódete.

La tarea no es algo que nos súper agrade hacer, pero tenemos que hacerla. Admitan que hay veces en las que, al hacer la tarea, notamos que hay cosas que no entendemos, dudas que nos salvan a veces en los exámenes (sin contar con que muchas veces salimos mal en la nota final por no haber cumplido con las tareas).
Así que dejen de quejarse y cumplan con su tarea, o sus profesores tirarán los libros de “castigos en escuelas públicas” y usarán el de “castigos en escuelas católicas”.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

¿Y dónde te agarró el temblor?


El 19 de Septiembre es una de las fechas más recordadas en este país debido a uno de los temblores más fuertes que han existido en el mundo: el famoso temblor del ’85. Este terremoto tuvo una intensidad de 8.1 grados Richter y afectó principalmente a la Ciudad de México, también conocido como DF (o chilangolandia).
Por ley cada 19 de Septiembre se debe hacer un simulacro en edificios de gobierno y en si en cualquier edificio grande. Suelen hacerse simulacros en las escuelas para que los niños sepan que deben hacer para evitar una catástrofe.
Es debido a estos simulacros programados que, en base a mi experiencia, presento esta lista sobre lo que en verdad pasa en un simulacro:

1.- Niños jugando: se supone que es un simulacro y que se está emulando una situación en la que el piso se mueve y tienes que “no correr, no gritar y no empujar” por tu vida. Claro que, como todos sabemos que es un simulacro y que en verdad no pasa nada los niños siempre saldrán de los salones y bajaran jugando las escaleras, además de ir platicando. A la hora de entrar en la famosa “zona de seguridad” (circulo gigante en el piso) se empujaran todos para poder entrar. Una especie de mini receso.

2.- ¿No corro?: En un simulacro, aunque se sabe que no pasa nada, siempre se tiene esa reacción de manada que te obliga a correr, y aunque según tú vayas de manera tranquila y ordenada, la verdad es que irás caminando rápido y metiendo codazos a diestra y siniestra, lo que me lleva al punto 3.

3.- ¿No empujo?: Intenta acomodar un montón de chamacos en unas escaleras de primaria, secundaria o prepa, ¿difícil?, claro, y ahora intenta hacer que caminen de forma ordenada y sin empujarse. Ahora intenta imaginar que eso pasara en una situación de verdad, en donde saben que pueden terminar como sándwich de mermelada, donde el piso y el techo son el pan y ellos la mermelada. Es lógico que van a correr y, sobre todo, van a empujarse, como si fueran espermatozoides que intentan llegar al óvulo. Se pisarán, se darán codazos y correrán.

4.- ¿No grito?: Convenientemente, aunque me ha tocado que vayan platicando, aun no me toca escuchar gritos en un simulacro. Aun así me imagino que si debe pasar.

5.- ¿No uso un extintor para golpear gente y abrirme paso a la libertad?: De acuerdo, admito que esto tampoco me ha pasado y que tal vez tomé la idea de un capitulo de Los Simpson, pero sería interesante que sucediera.

6.- ¿No utilizo a una persona en silla de ruedas para abrirme paso?: Muy bien, esto tampoco me ha pasado…sin embargo puedes hacer un trato con dicha persona para que, si tiene algún objeto que pueda usar como lanza, abrirse paso y lograr la libertad juntos.

Finalmente queda decir que, si bien todo esto mencionado arriba parece gracioso (porque de hecho lo es) son cosas que no deberían suceder.
Los simulacros, aunque un poco mal planteados puesto que un terremoto real no te va a avisar que va a suceder, son diseñados para que en una situación de desastre no sucedan desgracias y se salven la mayor cantidad de vidas posibles.

Si te toca un simulacro o un temblor de verdad recuerda seguir las instrucciones dadas por protección civil y ayuda a las personas que lo necesiten (y no usarlas como en el punto 6). Ahora que si te toca un simulacro chafa o simplemente no te importa, ya sabes que hacer (te recomiendo el extintor), pero eso si, después no me andes culpando por tus estupideces, nadie te obliga a hacerlo (ni yo ni Madame Sasú).    

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Septiembre, fecha de importancia Nacional


A mi parecer, la fecha más importante de este mes es el 15 y 16. Menciono ambas fechas porque algunos festejan la Independencia el 15 y otros el 16.

Les ahorrare la clase de Historia de México y confiaré en que saben por qué es importante esta fecha (no solo porque no tengamos clases).

Sé que la situación del país no está del todo bien, y que muchos no quieren salir a festejar el inicio del movimiento de Independencia, pero creo que por lo mismo de esta situación, deberíamos festejar un poco para relajarnos.
No digo que vayan al evento que su gobierno local organice, vamos, pueden hacer uno ustedes mismos o ir con un amigo o simplemente pasarla en casa, pero creo que el grito de “Viva México” si es algo que debemos decir.
No es decir “viva el gobierno” o “vivan los militares” o “viva el narcotráfico”. Es decir “viva México” sintiéndonos como mexicanos, que simplemente buscamos un lugar mejor. Mexicanos que somos buenos (no que somos más los buenos porque al fin de cuentas los malos tienen las cuernos de chivo) y que tratamos de dar nuestro granito de arena para hacer de este país algo mejor.
Mexicanos que no nos ponemos en un plan “haré mi huelga personal para mostrarle al gobierno que el Pueblo es poderoso” sino mexicanos que, al contrario, trabajamos y le echamos ganas porque, al final de cuentas, las huelas no sirven más que para retrasarnos más.

Serán días de fiesta, días de Independencia, días de juegos mecánicos y comida típica.

Será el día de México señoras y señores, y ya que nosotros lo conformamos, será nuestro día. Así que el día que lo consideren pertinente digan “viva México”, con palabras o con acciones.

Saludos y Aullidos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Y las gemelas caerán


El 11 de Septiembre del año 2001, sucedieron en Estados Unidos los que son considerados los peores atentados terroristas en su historia. Obviamente, los atentados más recordados de esta fecha son los aviones que se estrellaron contra las Torres gemelas. Otro atentado no tan recordado es el supuesto avión que se estrelló contra el Pentágono. Digo “supuesto” porque si un avión se hubiera estrellado contra el Pentágono habría provocado un daño mucho mayor del que en realidad sucedió. La teoría más aceptada sobre este hecho es que en realidad fue un “auto-bomba” el que realizó dicho atentado. ¿Por qué decir que fue un avión?, porque es más fácil decir que no podías detener un avión en pleno vuelo que decir que un auto-bomba pasó por tus filtros de seguridad.

Ahora vamos al tema principal, a la crema de la crema, al chile peludo: las Torres gemelas.

Hay muchas teorías sobre este atentado, viniendo desde que fue planeado por el ahora muerto Osama Bin Ladem hasta que fue provocado por el mismo gobierno del ex presidente George W. Bush para provocar una guerra con el Medio Oriente y obtener dinero y petróleo. Para ser sincero me gusta más esta segunda teoría, no porque crea que es real o no, sino porque me gusta la idea.

El atentado contra las Torres gemelas es algo que pasó a los libros de historia y que, de hecho cuando sucedía nadie creía que era real, pues hubo muchos comentarios diciendo que se debía tratar del “tráiler” de una película. Al final la realidad superó a la ficción y miles de personas murieron aplastadas por toneladas de concreto, metal y demás cosas. Muchas personas murieron inclusive al caerles pedazos de personas que se habían lanzado desde lo más alto del edificio y que, debido a la altura del rascacielos, se desmembraban antes de caer.

Aun hoy, 10 años después del incidente, es traumático para muchas personas ver los videos de este evento.

Algo que no debemos olvidar es el famoso cuarto avión el cual tenía como objetivo la Casa Blanca (o eso dicen) pero que cayó debido a los actos de defensa que los mismos pasajeros hicieron.

Estos eventos cambiaron la forma de volar, haciendo prohibiciones tan grandes como el hecho de no poder llevar un corta uñas (quien logre controlar un avión con un cortaúñas será mi héroe). Estos atentados también movieron la mentalidad de las personas, haciendo que estas saltaran del susto al escuchar la palabra “terrorista” o, simplemente, te atacaran por parecer musulmán (Alá te lo pagará).

Si bien estos eventos cambiaron al mundo y son lamentables, es imposible no hacer un poco de humor negro con esto, después de todo, ¿Qué es la vida sin un poco de humor? Por eso sigo insistiendo que pueden hacer sus chistes de humor negro sobre esta fecha como una forma de recordarla, no de la forma trágica, sino con una risa, y si se sienten con las ganas, pueden mandarlos al correo del blog baileyisblog@gmail.com donde después yo los publicaré en otra entrada el mismo 11 de Septiembre. Si no hay chistes…ya buscaré unos para la ocasión.

Y recuerden, el terrorismo es malo, no entren con bufandas a un avión, y si dominan un avión con un cortaúñas serán mi héroe.