Es curioso. La última entrada que publiqué fue el 9
de Febrero de 2013. Hoy es 8 de Febrero de 2015, olvidé mi maldita contraseña,
y volví a entrar con otra entrada. Da un poco de miedo si me lo preguntan.
En fin, si quieren saber por qué tardé tanto en
publicar algo, ni yo lo sé. Han pasado demasiadas cosas, pero supongo que
principalmente no tenía esa inspiración necesaria para escribir algo que me
agradara (y porque no recordaba que tenía un blog, no me juzguen).
Como sea, el tema que ahora abordo no es algo agradable,
pero tengo motivos para tocarlo.
Bart Simpson dijo una vez que "ningún niño
quiere vivir más que su mascota". Palabras sabias de un pequeño demonio.
La pérdida de un ser querido es algo terriblemente
doloroso, y perder una mascota cuenta como esto, pues las mascotas son parte de
nuestra familia. Puedes verlos como tus hijos o como el hermano que siempre
quisiste (aunque tengas uno de verdad). Pero son parte de la familia, un ser
con sentimientos que te quiere. Y cuando llega la hora de separar caminos (momentáneamente)
es algo que nos deja devastados.
Yendo desde el principio, vuelvo y repito, recuerda
que los animales tienen sentimientos. Los perros tienen sentimientos. Y pasar
miles de años con los humanos han hecho que sus sentimientos hacia éstos sean
muy fuertes.
Tu mascota te ve como su humano, su amigo, su
compañero, y así debes verlo tú también. Él te quiere, y espera que ese amor
sea correspondido. Así que durante el tiempo de vida que tenga, dale la mejor
vida posible. Recuerda que, si él estará en tu vida un periodo de tiempo, tú
estarás con él toda su vida. Cuídalo bien, trátalo con respeto, y el hará lo
mismo contigo. Sean buenos amigos.
La muerte es una parte natural de la vida. Puede
que tu mascota muriera de una enfermedad, de un accidente, por un hijo de puta
asesino, o simplemente por la edad. Pero al final es algo que no se puede
evitar.
Recomiendo que te desahogues. Si quieres llorar,
llora. Si quieres gritar, grita. Si quieres golpear, golpea (recomiendo que
trates de pensar este punto). Pero desahógate. Sácalo de tu sistema.
Sobre sus pertenencias (juguetes y eso), conserva
las que quieras. Su collar, su juguete favorito...y las demás te recomiendo que
las tires rápido y sin pensar, o las dones a alguien que las necesita. Existen
organizaciones que se dedican a cuidar perros abandonados, y una casa extra,
comida o medicinas les vendrían muy bien. Que lo que un tiempo le hizo tanto
bien a tu perro/a, le haga mucho bien a otro perro/a.
Puede que te ofrezcan adoptar o comprar otro perro. Si lo vas a hacer, por favor, no
lo hagas con el pensamiento de "un clavo saca a otro clavo". No. ¿Qué
sentirías si, cuando murieras, te dieras cuenta que te reemplazaron con otro
amigo/familiar/whatever y ya ni te recuerdan?. Feo, ¿verdad?. No le hagas eso a
tu mascota. Si has de adoptar o comprar, hazlo pensando en tu anterior amigo,
recordándolo, y dándole ese amor que le diste a él, a un nuevo compañero de
vida, teniendo siempre en la memoria y, sobre todo, en el corazón, a tu
anterior compañero.
Ten fuerza. Es algo muy duro. Pero, como dije hace
muchas lunas, el tiempo todo lo cura. Y las heridas de tu corazón roto sanarán.
Recuérdalo siempre con una sonrisa, sabiendo que le diste una buena vida, que
fue feliz, y que estará agradecido por todo lo que hiciste por él, y con él.
Recuerda que él o ella te ayudará cruzar el río (Apanohuaia
o Itzcuintlan, un río que, según la mitología Mexica, se debía cruzar para
llegar al Mictlan), y muy probablemente después de hacerlo vuelvan a jugar como
antes. Vamos, ya hasta el Papa Francisco dijo que los perros SÍ van al Cielo (que
en mi opinión personal toda la creación de Dios va al Paraíso con excepción de
algunos humanos, supongo).
Sea como sea, volverán a estar juntos (eres libre
de tener tu propia ideología, aquí solo pongo la mía). Pero en lo que eso
llega, sigue adelante. Adáptate a tu nueva vida (a su tiempo, no digo que de un
día para otro) y sigue caminando, sabiendo que al final del camino, no estarás
solo. Al final hay esperanza.
Esta entrada la pongo ya que, el pasado 28 de
Septiembre de 2014, falleció mi perra, amiga y compañera Zafira, y el pasado 7
de Febrero de 2015 falleció mi perro, amigo y compañero Aramis.
Gorda, Bicho, se que nos volveremos a ver, y
aunque digo que no hay internet en el Cielo (lo siento por los que querían
jugar LOL post mortem) les vuelvo a
decir lo que varias veces les dije: los quiero. Gracias por todo.
Saludos y aullidos.
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